Beata Dina Bélanger
Hija única de una
familia acomodada.
Dina se formó en un
ambiente austero, sin caprichos y lejos de toda superficialidad.
Tenía un temperamento
voluntarioso, tenaz y extremadamente sensible, se orientó muy pronto hacia el
único necesario tomando la firme resolución de ser santa.
Su fidelidad en dar respuesta al Amor con amor, la introduce en las
profundidades de la Trinidad y la convierte en “un canto de alabanza a la
gloria del Padre”. El cántico de acción de gracias y de alabanza de su vida
enriquece con armonía insospechada, la divisa de su Congregación: “Sean por
siempre alabados Jesús y María”.
Hija única y muy amada por su familia, de buena posición social y bien
dotada para los estudios, en especial para la música, se abría ante ella un
brillante porvenir: numerosos amigos, una vida social agradable, una carrera
musical llena de promesas. Ante la llamada del Señor lo deja todo y responde
con amor al Amor que la seduce.
La niñez y juventud de Dina se desarrolla en una vida normal. Nada
parece distinguirla de los demás. Es alegre, sociable, ama lo bello, la
naturaleza. Es buena con una bondad que la inclina a los más débiles y más
desfavorecidos. Nada permite adivinar la vida interior que la envuelve y que
canta dentro de sí. Ha sentido ya la llamada del Amor y le ha respondido con
una divisa que es todo un programa de vida: “Amar y dejar hacer a Jesús y a
María.
Ya religiosa, se entrega para “vivir en espíritu de alabanza, en
libertad de espíritu, confianza y generosidad”. “No rehusar nada a Dios” es el
objetivo de su diario existir. Si su actividad apostólica se ve pronto reducida
por la enfermedad, su celo misionero no disminuye: “Yo quisiera recorrer todo
el universo y consumarlo en las llamas infinitas del Corazón de Cristo. Sin
embargo yo sólo-quiero ser apóstol según los designios de Nuestro Señor”
Consumida por el amor, más que por la enfermedad, su vida se apagó el 4
de setiembre de con la promesa de permanecer al servicio de sus hermanos y
hermanas de la tierra:
“En el cielo yo seré mendiga de amor: esa es mi misión y la comienzo
inmediatamente. Daré la alegría”.
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